Cáncer de pene
Los tumores de pene son relativamente
infrecuentes en Europa y América del Norte. Aunque
cuando se habla de estos tumores, se piensa únicamente
en el carcinoma de células escamosas, que representa el
95% de los casos, las lesiones peneanas pueden ser de
naturaleza estrictamente benigna, pueden ser lesiones
premalignas y, por supuesto, pueden ser cancerosas de entrada.
El carcinoma peneano es relativamente raro en países industrializados y representa el 0,4-0,6% de todos los tumores malignos entre los hombres de Europa y EEUU. Sin embargo, su incidencia aumenta considerablemente en países del mundo menos desarrollados. Los factores de riesgo relacionados con dicho cáncer son el tabaco, la fimosis, la mala higiene genital, el virus del papiloma humano y la edad (mayores de 60 años).
Habitualmente se presenta como una lesión pequeña que se extiende de manera lenta y gradual. Las lesiones papilares provienen de lesiones verrugosas, ocasionando gran destrucción peneana y las lesiones planas tienden a invadir estructuras en profundidad. Ambas pueden ulcerarse y fistulizarse y ser puerto de sobreinfecciones secundarias. La ruta de diseminación más rápida es a través de los linfáticos de los ganglios inguinales.
Pueden presentarse en cualquier lugar del pene pero son más frecuentes en glande (48%), seguidas de prepucio (21%) y en ambas en un 9%.Otras localizaciones con surco coronal y cuerpo del pene. Tienen afectación ganglionar en el momento del diagnóstico más de la mitad de los pacientes, pero no todas son de origen tumoral, sino de origen infeccioso por sobreinfección de la lesión. La presencia de metástasis ganglionar implica peor pronóstico.
El diagnóstico se basa principalmente en la exploración física del pene, de la lesión y del grado de afectación en profundidad, realizando una biopsia para estudio de la lesión y pudiendo realizar ecografía peneana y Resonancia magnética para el estudio de extensión de la lesión.
El tratamiento varia des de la cirugía parcial de pene si la lesión es no invasiva a la amputación total del pene en casos de invasión. En ocasiones se puede asociar tratamiento radioterápico local para mejorar el pronóstico. La extracción de los ganglios inguinales (linfadenectomía), está siempre indicada si existe afectación tumoral.
El carcinoma peneano es relativamente raro en países industrializados y representa el 0,4-0,6% de todos los tumores malignos entre los hombres de Europa y EEUU. Sin embargo, su incidencia aumenta considerablemente en países del mundo menos desarrollados. Los factores de riesgo relacionados con dicho cáncer son el tabaco, la fimosis, la mala higiene genital, el virus del papiloma humano y la edad (mayores de 60 años).
Habitualmente se presenta como una lesión pequeña que se extiende de manera lenta y gradual. Las lesiones papilares provienen de lesiones verrugosas, ocasionando gran destrucción peneana y las lesiones planas tienden a invadir estructuras en profundidad. Ambas pueden ulcerarse y fistulizarse y ser puerto de sobreinfecciones secundarias. La ruta de diseminación más rápida es a través de los linfáticos de los ganglios inguinales.
Pueden presentarse en cualquier lugar del pene pero son más frecuentes en glande (48%), seguidas de prepucio (21%) y en ambas en un 9%.Otras localizaciones con surco coronal y cuerpo del pene. Tienen afectación ganglionar en el momento del diagnóstico más de la mitad de los pacientes, pero no todas son de origen tumoral, sino de origen infeccioso por sobreinfección de la lesión. La presencia de metástasis ganglionar implica peor pronóstico.
El diagnóstico se basa principalmente en la exploración física del pene, de la lesión y del grado de afectación en profundidad, realizando una biopsia para estudio de la lesión y pudiendo realizar ecografía peneana y Resonancia magnética para el estudio de extensión de la lesión.
El tratamiento varia des de la cirugía parcial de pene si la lesión es no invasiva a la amputación total del pene en casos de invasión. En ocasiones se puede asociar tratamiento radioterápico local para mejorar el pronóstico. La extracción de los ganglios inguinales (linfadenectomía), está siempre indicada si existe afectación tumoral.
Excelente artigo grande Dr William
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