jueves, 4 de agosto de 2016

Enfermedades del hombre

Cáncer de pene

Los tumores de pene son relativamente infrecuentes en Europa y América del Norte. Aunque cuando se habla de estos tumores, se piensa únicamente en el carcinoma de células escamosas, que representa el 95% de los casos, las lesiones peneanas pueden ser de naturaleza estrictamente benigna, pueden ser lesiones premalignas y, por supuesto, pueden ser cancerosas de entrada.
El carcinoma peneano es relativamente raro en países industrializados y representa el 0,4-0,6% de todos los tumores malignos entre los hombres de Europa y EEUU. Sin embargo, su incidencia aumenta considerablemente en países del mundo menos desarrollados. Los factores de riesgo relacionados con dicho cáncer son el tabaco, la fimosis, la mala higiene genital, el virus del papiloma humano y la edad (mayores de 60 años).
Habitualmente se presenta como una lesión pequeña que se extiende de manera lenta y gradual. Las lesiones papilares provienen de lesiones verrugosas, ocasionando gran destrucción peneana y las lesiones planas tienden a invadir estructuras en profundidad. Ambas pueden ulcerarse y fistulizarse y ser puerto de sobreinfecciones secundarias. La ruta de diseminación más rápida es a través de los linfáticos de los ganglios inguinales.
Pueden presentarse en cualquier lugar del pene pero son más frecuentes en glande (48%), seguidas de prepucio (21%) y en ambas en un 9%.Otras localizaciones con surco coronal y cuerpo del pene. Tienen afectación ganglionar en el momento del diagnóstico más de la mitad de los pacientes, pero no todas son de origen tumoral, sino de origen infeccioso por sobreinfección de la lesión. La presencia de metástasis ganglionar implica peor pronóstico.
El diagnóstico se basa principalmente en la exploración física del pene, de la lesión y del grado de afectación en profundidad, realizando una biopsia para estudio de la lesión y pudiendo realizar ecografía peneana y Resonancia magnética para el estudio de extensión de la lesión.
El tratamiento varia des de la cirugía parcial de pene si la lesión es no invasiva a la amputación total del pene en casos de invasión. En ocasiones se puede asociar tratamiento radioterápico local para mejorar el pronóstico. La extracción de los ganglios inguinales (linfadenectomía), está siempre indicada si existe afectación tumoral.

“Promoción de la salud, en hombres de 20 a 59 años”

Fomentar la cultura del autocuidado de la Salud en la población masculina de 20 a 59 años consiste en capacitarla para ejercer un mayor control sobre los determinantes de su salud y así mejorar ésta, coadyuva los esfuerzos invertidos para afrontar enfermedades trasmisibles y no trasmisibles.
La prevención es la mejor estrategia para garantizar el derecho a la salud por lo tanto se tiene el deber de realizar las acciones de acuerdo  a su grupo de  edad y hacer el registro correspondiente de las mismas según la Institución.
En caso de detectar algún signo o síntoma de alarma, referir al paciente con el médico de primer nivel para valoración y atención oportuna. En cada consulta personal deberá: recibir y saludar amablemente al paciente, presentarse por su nombre y preguntarle cual es el motivo por el que acude al servicio. Solicite la Cartilla Nacional de Salud y verifique qué acciones le corresponden. Invite a participar en las sesiones educativas y en los grupos de ayuda mutua que se organicen en la Unidad de Salud. Cuando sea necesario, refiera al paciente a otros servicios o niveles de atención y asegúrese  de que reciba una cita para su atención posterior. Anote las acciones realizadas en la cartilla y en los formatos de registro de la Institución y aplique vacunas correspondientes.
Promover a través de la información, orientación y consejería es también nuestra labor para propiciar el ejercicio de una sexualidad responsable, protegida y segura bajo un marco de respeto a sus derechos sexuales y reproductivos. La consejería debe ser impartida por cualquiera de los integrantes del personal de salud que haya recibido capacitación específica. Requiere de material didáctico de apoyo como: trípticos, rotafolio, muestrario de métodos anticonceptivos y el consentimiento informado.
Los principios básicos son: respeto, voluntad, veracidad, confidencialidad, privacidad e imparcialidad. En la última fase del proceso de consejería que es el consentimiento informado permitirá la satisfacción de los usuarios, reducción de los casos de arrepentimiento y la obtención de la firma de autorización en caso de optar por un método permanente con la seguridad de que el aceptante ha entendido la información.
En la promoción y otorgamiento de métodos anticonceptivos se pretende orientar al hombre para que disfrute de una vida sexual satisfactoria, saludable y sin riesgos, así como postergar la llegada del primer hijo y mantener el espacio entre uno y/o suprimir la fecundidad cuando la paternidad esté satisfecha, mediante la utilización de los servicios de planificación familiar y anticoncepción.
En la dotación de primera vez de preservativo o condón las instrucciones deberán referirse a: como colocarse el condón, recordar que el pene debe retirarse de la vagina antes de perder la erección para que el semen eyaculado no se salga del condón, que debe usarse uno nuevo para cada relación sexual, si nota que se rompe acudir con el médico para que valore la prescripción de la anticoncepción poscoito, informe también que el condón protege contra enfermedades de transmisión sexual y que su uso puede provocar reacciones alérgicas. El uso regular y correcto de este método le confiere una efectividad de hasta el 86%.
La vasectomía es un método definitivo que consiste en cortar un fragmento de los conductos por donde pasan los espermatozoides, lo que impide su paso, en contadas ocasiones llega a fallar porque los extremos de los conductos que se cortan pueden llegar a recanalizarse. Brinda una protección anticonceptiva mayor a 99%.
El artículo cuarto de la Constitución política Mexicana establece como derechos sexuales y reproductivos los siguientes:
  • El varón y la mujer son iguales ante la ley, ésta protegerá la organización y el desarrollo de la familia.
  • Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Consumo del alcohol, tabaco, etc..

El consumo de algunas substancias, algunas de ellas de adquisición legal en casi todos los países, tiene demostrado un efecto especialmente nocivo para la salud.
Dentro de las más usadas desembocan en hábitos sociales que pueden llevar a dependencias físicas y/o psicológicas; así, el tabaquismo o el alcoholismo son las que afectan a un mayor número de personas. Otros hábitos son el consumo de otras moléculas, muchas de ellas consideradas drogas ilícitas y cuyas consecuencias pueden ser muy importantes para la salud.
El consumo de tabaco
Las consecuencias nocivas sobre el organismo, producidas por el consumo de productos derivados del tabaco son importantes sobre muchos tejidos, órganos y sistemas, produciendo importantes patologías y pérdidas se salud. Así, se calcula que los productos del tabaco son los principales responsables cada año de centenares de miles de muertes y de enfermedad crónica en millones de personas. Los muertos por culpa del hábito tabáquico son muy superiores a las muertes sucedidas por enfermedades como el SIDA o la Tuberculosis, por el consumo de cualquier otra droga, por accidentes de circulación, suicidios y asesinatos.
Así, las consecuencias principales del tabaquismo son el desarrollo de:
  • Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica: con sus manifestaciones más importantes, la bronquitis crónica y el enfisema, las enfermedades pulmonares son de aparición casi constante en los pacientes fumadores.
  • Enfermedades cardiovasculares: la arteriosclerosis es más intensa en pacientes fumadores, así sus manifestaciones como infarto de miocardio, enfermedad arterial periférica o accidentes vásculo-cerebrales son mucho más frecuentes en pacientes fumadores.
  • Cáncer pulmonar y otros cánceres producidos o influidos por el hábito de fumar, como: cáncer de labio, cavidad oral, faringe, laringe, esófago, páncreas, cuello uterino, riñón y vejiga.
  • En mujeres que fuman durante el embarazo, sus hijos presentarán con mayor incidencia prematuridad, un bajo peso al nacer, muerte al nacer, muerte súbita del lactante e incluso infertilidad en la edad adulta.
  • En mujeres postmenopáusicas, la osteoporosis tiende a ser más importante entre aquellas que fuman, manifestándose como un aumento del riesgo de fractura de fémur.
El consumo de alcohol
El alcoholismo es otro hábito muy extendido en todas las sociedades, con consecuencias negativas muy importantes para los consumidores.
El alcohol se absorbe rápidamente y pasa al torrente sanguíneo. En su paso por el hígado, las moléculas del alcohol son tratadas por este órgano como un veneno, dedicando todos sus esfuerzos metabólicos a la destrucción del alcohol y postergando cualquier otra vía metabólica para cuando ya no exista alcohol circulante; por ello, el metabolismo de la mayoría de fármacos cambia en presencia del alcohol y su efectividad y efectos indeseables pueden incrementarse.
Si la concentración de alcohol en sangre es superior a las posibilidades de metabolismo del hígado, aparecerán los efectos clínicos de la intoxicación alcohólica, en especial una depresión del ritmo cardíaco y respiratorio, vasodilatación arterial periférica y pérdida de los mecanismos de control del cerebro.
Por ello, las manifestaciones clínicas de la intoxicación alcohólica pueden variar desde el deterioro de las habilidades para realizar acciones complejas (conducir), reducción de las inhibiciones sociales, disminución de la capacidad de atención y concentración, deterioro de la memoria, de los procesos de pensamiento y de la coordinación motora. Los efectos se agravan con la concentración de alcohol circulante, llegando a aparecer una sedación que puede llevar al individuo al coma y a la muerte.
Así y por muy diversas razones, el alcoholismo agudo o crónico se relaciona con los accidentes de circulación, con la malnutrición, con la transmisión de enfermedades sexuales, con el riesgo de embarazos no deseados, con abortos espontáneos por alcoholismo fetal, con enfermedad hepática crónica (cirrosis y cáncer hepáticos), cánceres de cabeza, cuello, estómago y mama, síndrome depresivo y otros trastornos psiquiátricos, pérdida de soporte social, exclusión social y muerte.
El consumo de otras substancias
Otras substancias como marihuana, cocaína, estupefacientes, drogas de administración intravenosa o algunos fármacos producen un síndrome de dependencia física y/o psicológica que pueden tener repercusiones físicas, psicológicas y sociales de gran importancia.
Es importante, ante cualquier sospecha de uso esporádico o de dependencia a cualquiera de estas moléculas la consulta con personal sanitario especializado que pueda conocer, evaluar y manejar tanto las posibles consecuencias físicas como psicológicas e incluso económicas y sociales que el consumo de estas substancias puede ocasionar sobre la persona.

Cuidados higiénicos

El mantenimiento de una correcta higiene personal puede ser fundamental tanto para el mantenimiento de un satisfactorio nivel de salud, como para el mantenimiento de unas satisfactorias relaciones sociales y familiares.
La higiene es una forma de mantenerse sano, a través de la atención a los cambios corporales, al sudor, y a los olores que puede emitir el cuerpo.
Con el mantenimiento de un correcto nivel de higiene, mantendremos el control de los gérmenes que normalmente conviven con nosotros en toda la superficie de la piel y de las mucosas. Con el lavado periódico de las zonas de mayor contacto con el entorno y de las zonas que con mayor frecuencia pueden ser origen de olores o incluso de infecciones, mantendremos el equilibrio de la capa de protección de la piel y los gérmenes que en ella viven.
Por ello, será fundamental para mantener la salud óptima y las relaciones sociales el lavado periódico de todo el cuerpo, prestando especial atención al lavado de las manos, de las zonas con más vello o que con mayor intensidad presentan sudoración y de las zonas más grasas. Por añadido, el lavado de las zonas anal y genital será también fundamental para el cuidado de nuestra salud e higiene personal.
Algunas de las zonas más importantes a la hora de mantener una correcta higiene son:
  • Las manos: las manos son la zona que entra en mayor contacto con el medio, por lo que éstas son las zonas más susceptibles de presentar suciedad y de transmitir infecciones; por ello, el lavado de manos con agua y jabón o con productos especiales será fundamental para el mantenimiento de la salud; se recomienda el lavado de manos varias veces al día, en especial después de toser o estornudar, tras tener contacto con otras personas u objetos y antes de las comidas, al levantarse de la cama y antes de irse a acostar;
  • La boca: el cepillado periódico de los dientes y, en caso necesario, el uso de hilo dental mantendrá las condiciones higiénicas de esta importante zona del cuerpo, manteniendo el correcto equilibrio de gérmenes que debe haber en esta cavidad; esto redundará en un mantenimiento más saludable de la dentición, aumenta las posibilidades de una correcta nutrición y la evitación de malos olores procedentes de la cavidad bucal (halitosis); la recomendación pasa por, al menos, dos cepillados al día;
  • Las orejas: los pabellones auriculares deben también ser tenidos en cuenta para la correcta higiene corporal, a través del lavado del pabellón y las zonas cercanas con agua y jabón. Hay que tener en cuenta que no deben utilizarse bastoncillos ni ningún objeto para ser introducido en el conducto auditivo externo: esto puede introducir el cerumen hacia el interior e incluso lesionar el tímpano; se recomienda el lavado diario de esta zona;
  • Los pies: deben ser periódicamente lavados y posteriormente secados con atención, en especial las zonas interdigitales; con ello, disminuirá la posibilidad de malos olores y la frecuencia de infecciones; se recomienda el lavado diario de esta zona;
  • La cara y la zona del cuello: deben ser lavados periódicamente con agua y jabón para eliminar la suciedad y la grasa sobrante, disminuyendo la posibilidad de infecciones; se recomienda el lavado de esta zona, dos veces al día;
  • La zona genital: por sus características especiales esta zona es susceptible de padecer con mayor frecuencia infecciones y patologías derivadas; por ello, el cuidado de la zona anal y genital debe ser cuidadosa, a través de un único lavado con agua y jabón diario, y enjuagues con agua tantas veces al día como sea necesario;
  • El cuero cabelludo: para evitar patologías de esta zona, en general cubierta de pelo y con gran cantidad de glándulas sudoríparas, se recomiendan los lavados con agua y jabón diarios;
  • El cuerpo y los lugares que mayor producción de sudor presentan: el lavado periódico con agua y jabón y el uso de desodorantes reducirán la presencia de olores corporales; se recomienda la higiene corporal a través de una ducha o baño completo diarios.
Como ayuda al lavado de todas las zonas del cuerpo, será importante también el cambio y el lavado periódico de la ropa y el uso de prendas de ropa y vestidos limpios y adecuados a las circunstancias del entorno.
Sin embargo, el exceso de lavado puede ser perjudicial en todas las zonas del cuerpo: la pérdida excesiva del manto graso de la piel y la eliminación de todos los gérmenes tanto de la piel como de las mucosas predispone a la aparición de lesiones e infecciones que pueden llegar a ser graves y de difícil control. El abandono de hábitos que aumenten el olor corporal (tabaquismo, ingestión de algunos alimentos, etc.) reducirán también los malos olores que puede emitir el cuerpo humano.
Por ello, la recomendación será el mantenimiento de una higiene corporal diaria, sin que ésta llegue a ser excesiva.
Las recomendaciones de mantener una buena higiene corporal diaria han demostrado ser origen de la reducción de gran cantidad de patologías cutáneas y generales, en especial de origen infeccioso, y la reducción de malos olores corporales que redundan en una mayor capacidad de relación social de la persona. Por ello, el mantenimiento de una correcta higiene corporal redundará en una mejor salud física y una mejor adaptación social y familiar de la persona.

Trabajo y estrés

El instinto de conservación produce cambios inmediatos en todo el cuerpo ante una amenaza o al recibir una agresión. Esta reacción fisiológica es beneficiosa, puesto que prepara al organismo para poder repeler el ataque o para huir de la amenaza.
Sin embargo, este mecanismo fisiológico está diseñado para durar poco tiempo, habitualmente unos minutos. En caso de que esta reacción perdure en el tiempo puede dar alteraciones en el normal funcionamiento del organismo.
En los casos de trastornos de adaptación al medio, como en casos de respuesta exagerada ante los retos de la vida diaria (en el ámbito laboral, social o familiar), se desencadena una reacción parecida a la que se produce ante una amenaza o un ataque, mediada por un estímulo que no debería ejercer esa influencia y con una mayor duración en el tiempo. Esta reacción se manifiesta como un cuadro de estrés, a través de manifestaciones de ansiedad, tensión, preocupación o miedo. Las manifestaciones clínicas más frecuentes en los cuadros de estrés son: ansiedad, cefalea, estreñimiento o diarrea, malestar gástrico, dolores musculares, fatiga, depresión, insomnio, sensación de ahogo, aumento de la tensión arterial, inapetencia o aumento del apetito, etc.
Los estímulos que desencadenan esta reacción exagerada pueden ser de carácter positivo o negativo; así, podemos detectar reacciones de estrés ante eventos positivos o frente a estímulos negativos. Por ello, la alteración no reside en el cambio o la circunstancia en sí misma, sino en el modo que la persona tiene de reaccionar ante ésta; de aquí el concepto de trastorno de adaptación al medio. El estímulo que producirá una reacción de estrés será diferente para cada persona, y su intensidad y repercusiones no serán comparables. En general, las circunstancias que mayor estrés producen son (sin guardar una ordenación de intensidades ni de frecuencias): la jubilación, la pérdida del trabajo, el exceso de presión laboral, el matrimonio, el divorcio, la muerte de un ser querido, tener un hijo, la emancipación de los hijos, una lesión o enfermedad, una mudanza, un viaje, etc.
El mantenimiento de una reacción de estrés durante un largo tiempo puede tener repercusiones negativas para la salud, ya sea a través de sus propios signos y síntomas o por el descontrol o agravamiento de enfermedades intercurrentes en el mismo paciente.
El manejo del estrés pasa, inicialmente por el reconocimiento por parte del propio paciente de cuáles son los síntomas y su origen. A través de esto, la reacción de ansiedad ante las propias molestias derivadas del estrés se reduce considerablemente, incluso a menudo para totalmente.
Otra forma de manejo del estrés, tras el reconocimiento de su existencia, es la educción del paciente en el control de su síntoma principal, y en el conocimiento de técnicas conductuales que ayuden a frenar la crisis de estrés en caso de aparecer.
También puede ser efectiva la evitación, cuando sea posible, de la circunstancia estresante, pero ésta frecuentemente no es evitable. Lo que sí suele ser posible a través de técnicas de educación y conductuales es la habituación del paciente a la circunstancia estresante, con lo que disminuye su efecto productor de estrés.
En algunos casos, puede ser necesaria la administración de fármacos con efecto ansiolítico durante un breve período de tiempo. Sin embargo, las mayores posibilidades de éxito a largo plazo en los casos de estrés lo otorgan las técnicas y terapias no farmacológicas.